En una clase cualquiera de ese norskkurs, Gustavo nos habló que E. vendría a España para ver y comprobar el nivel de noruego con el que contábamos. Fue así como surgirían diversos encuentros entre los alumnos del norskkurs, en distintas ciudades de España. Afortunadamente, habría una en Murcia y era la que más cerca quedaba de Granada, aunque estuviera a 3 horas de coche, pero la ocasión lo merecía.
Como siempre, tiene que haber alguna casualidad y ese día en clase lo volvería a comprobar. En mitad de la clase me saltó un "privado" de Noe, que no conocía de nada, diciéndome si iba a ir ese viernes al encuentro en Murcia. Contesté que sí y ella siguió diciendo que también era de Granada y que asistiría también a la cita. ¡Menuda alegría que me llevé!, ya que pensaba que el grueso de los alumnos solo eran de Valencia y Barcelona, pero por lo visto había gente de Granada también. Seguimos hablando y resultó que ella vivía a no más de 5 minutos de mi casa... ya os lo dije, las casualidades. También me contó que había otras dos personas más de Granada pero que vivían un poco más al norte. Estas fueron las casualidades, éramos cuatro personas de Granada y yo sin saberlo, si es que el mundo es un pañuelo...
La idea era que fuéramos todos en el mismo coche y pagáramos la gasolina entre todos. Así que concretamos detalles y viajaríamos los cuatro para Murcia el viernes. Esa misma tarde quedamos Noe y yo y así conocernos en persona. Siempre que conces a alguien la primera vez, eres como una imagen distorsionada de tí mismo, pero este no fue el caso. No se si porque nos unía la profesión, si era porque estábamos metidos en esto de Noruega, o yo que se, pero el caso es que parecía que nos conocíamos de siempre y llevábamos tiempo sin vernos. Nunca creí que a partir de un curso online que se presume impersonal, de forma subsconciente se creen lazos de amistad, enemistad o indiferencia. La verdad que eran tantas horas con el curso que sin quererlo ibas creando este tipo de relaciones.
Aquella tarde hablamos de muchísimas cosas: de la ilusión por que pronto viajaríamos a Noruega, lo duro que era todo, lo que suponía para cada uno el viajar tan lejos... La verdad que fue una tarde genial y con muy buena compañía.
Llegó el viernes y primero recogí a Noe y a unos 30 minutos nos esperarían María y Vero M. La situación es algo cómica si la piensas, ya que íbamos a hacer un viaje en coche cuatro personas totalmente desconocidas, unas 3 horas. Pero volvió a pasar lo de la tarde anterior, las 3 horas se convirtieron en una porque desde el primer momento conectamos y hablamos y reímos sin parar. Los cuatro teníamos casi las mismas sensaciones en cuanto al curso y las mismas ilusiones. Entre risa y risa, llegamos a Murcia a mediodía.
El punto de encuentro sería en el IKEA, y asistirían bastantes alumnos de clase, entre ellos muchos de los que estaban en mi grupo de tarde, eso estaba bien pues eran a los que más "conocía". Algo nerviosos, entramos por aquella entrada y fuimos a la cafetería donde ya esperaban Gustavo y E. (puntualizar que E. es una mujer). Fue curioso conocer en persona a aquella voz que durante todo el curso nos alentaba, nos guiaba, nos agobiaba y exprimía para que rindiéramos al máximo. Nos recibió con un caluroso saludo y nos presentó a E. Ella nos saludó a lo noruego, con un apretón de manos, a lo que nosotros respondimos con dos besos y ahí empezarían sus sorpresas.
De momento cogimos asiento los seis, ya que el resto estaba aún por venir. Gustavo desde el primer momento, nos incitaba a que habláramos pero después del viaje y a una persona que no conoces no es fácil, más si le añadimos el agravante del idioma. Al cabo del rato empezarían a llegar los demás y aquello pasó a ser una "jauría a la española". El tono de voz empezó a subir y los saludos eufóricos discurrían por aquella cafetería. No quiero saber que pensaría E. cuando todo el mundo la saludaba con besos y abrazos, aún me río cuando lo pienso.
En realidad aquella reunión informal serviría para concer más acerca de nuestro viaje a Noruega: vivienda, dónde iríamos, papeleo... Pero desafortunadamente E. no tenía la respuesta para casi nada. Cuando le preguntábamos algo sobre lugares factibles donde iríamos o cómo serían las viviendas, respondía que se lo debíamos preguntar a su compañero J. que era el que se encargaba de ello. Así que de aquella reunión o ronda de preguntas con E., solo nos quedó claro que había que entregar una serie de documentos para obtener una autorización noruega para trabajar como enfermeros allí, y que había que entregarlos a la mayor brevedad posible. Poco pudo testear de nuestro nivel de idioma, primero porque aún no lo teníamos, y segundo porque poco pudimos hablar con ella.
Finalmente Gustavo y E. seguirían su ruta hasta Valencia, pues allí tendrían otra reunión con otro grupo de alumnos. El resto nos quedaríamos allí. Hambrientos, cogimos algo de comida de aquella cafetería, y comenzamos otra reunión algo más divertida donde nos conoceríamos un poco más. Fue increible ver como puede haber gente tan afín sin ni siquiera conocerse. Entre risas y jaleo, coincidíamos en que aquella reunión no solucionaba ninguna de nuestras que eran más de las que creíamos. La verdad, solo sabíamos que tras el curso viajaríamos a Noruega y tendríamos una casa, pero no sabíamos ni cómo, ni cuándo exactamente, ni dónde. Ésto nos traería más quebraderos de cabeza de los que pensábamos, ya veréis por qué.
Aquella comida improvisada se alargó mucho más de lo previsto. Estábamos a gusto y se notaba, nadie tenía prisa. Si alguien hubiese pasado por allí, pensaría que se trataba de una reunión de antiguos amigos. Tumbados en aquellos sillones tan cómodos de la cafetería, y con el sol bronceándonos entablábamos conversaciones sin parar, a la vez que no parábamos de reir. Hicimos un amago de irnos pero no fue así, terminamos fuera del IKEA en unos sillones de exposición con nuestras conversaciones y deseos para ese viaje a Noruega. Como he dicho antes, nunca pensé encontrarme en una situación como esa, en la que sin conocer de nada a nadie, tuviéramos esas afinidades y esa sensación de que nos conocíamos de hace tiempo, a todo el mundo le pasó.
Llegó el momento de la despedida, más que nada porque volvían a ser 3 horas hasta Granada y al día siguiente debía coger un avión hasta Tenerife, pero que sepáis que se barajó hasta la posibilidad de quedarse allí.... Nos despedimos con esa sensación incierta de si volveríamos a vernos o no. Quedaba tiempo para ello, pero sabíamos que éste pasa rápido y entre exámenes y clase no sería posible. No sabíamos si decir un "hasta luego" o "adiós", pero optamos por lo primero porque lo que sí esperábamos era encontrarnos en Noruega. La verdad es que recuerdo aquel momento con añoranza pues lo pasé genial y siempre me quedó las ganas de volver a vernos otra vez.
Lo mejor de todo, y ahora que estoy en Noruega lo corroboro, ahí conocería a una persona que está siendo muy importante para mi aquí, y que aunque tan sólo hayan pasado 3 meses, hemos vivido muchísimas cosas juntos y las que nos quedan aunque ahora estemos separados. Al final como muchas veces en la vida donde todo da vueltas, Vero M y yo coincidiríamos en este país para alegría mía. Ahora es una de mis mejores amigas y uno de mis apoyos aquí.
Pero no adelantemos acontecimientos, de momento nosotros hemos vuelto de ese viaje a Tenerife y tenemos que encarar una época que no fue muy buena dentro de este proceso. Para ello tendréis que seguir leyéndome... ¿Seguimos?
3 comentarios:
Me gusta tu blog. Desde Tenerife les deseo lo mejor para el 2013. ANIMO , SOIS MUY VALIENTES
Muchas gracias!!!
cada día lo haces mejor!!! p.d. recuerdo ese día muy bien, maldito pp.
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